Creemos que el bautismo en el Espíritu Santo capacita a los creyentes para exaltar a Jesús, que los dones del Espíritu Santo son para hoy, para vivir vidas de santidad y para ser testigos de la gracia salvadora de Dios; esperamos que la venida del Espíritu sea de la misma manera en que vino sobre los creyentes en los días de la Iglesia Primitiva. – Hechos 1: 5, 8; 2:4

Creemos que el Espíritu Santo otorga dones ministeriales capacitantes a los creyentes, y que estos dones edificarán el Cuerpo de Cristo a través de la edificación y el evangelismo. – 1 Corintios 12:1-11

Como evidencia de una vida llena del Espíritu, los creyentes deben mostrar el “fruto” espiritual: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre, y dominio propio.
– Galatas 5:22-25

Creemos en la persona del Espíritu Santo, Quien procede del Padre y del Hijo para convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio, y para regenerar, santificar y capacitar para el ministerio a todos los que creen en Cristo.
– Hechos 1:8; 2 Corintios 3:18; Juan 16:8-11; Romanos 8:26 y 15:13,16; Hebreos 9:14

Creemos que el Espíritu Santo habita en cada creyente en Jesucristo y que es un ayudador, maestro y guía constante.
– Juan 6:13, 14:16-17 y 16:8-11; Romanos 8:26

Creemos en el ministerio presente del Espíritu Santo y en el ejercicio de todos los dones bíblicos del Espíritu de acuerdo con las instrucciones que se nos dan en 1 Corintios 12-14

Creemos que el cielo es la gloriosa morada del Dios vivo y el hogar eterno de los creyentes nacidos de nuevo. – Juan 14:2; Apocalipsis 7:15-17

Creemos que el infierno es un lugar de oscuridad, tristeza profunda y fuego inextinguible, que no fue preparado para el hombre sino para el diablo y sus ángeles; sin embargo, se convertirá en el lugar de la separación eterna de Dios para todos los que rechazan a Cristo como Salvador. – Mateo 13: 41, 42; Apocalipsis 10:10 y Capitulo 15

Creemos que la moderación de un cristiano debería ser evidente para los demás y que la relación con Jesús nunca debería llevar a las personas a extremos de fanatismo; sus vidas deberían ser un modelo de la de Cristo en rectitud, humildad y sacrificio propio. – Colosenses 3:12, 13; Filipenses 4:5

Creemos que la sanidad divina es el poder de Jesucristo para sanar a los enfermos en respuesta a la oración de fe; Él, quien no cambia, todavía está dispuesto y es capaz de sanar el cuerpo, así como el alma y el espíritu en respuesta a la fe. – Marcos 16: 17, 18; Santiago 5:14-16

Creemos que la segunda venida de Cristo es personal e inminente; la certeza de Su venida y el hecho de que ningún hombre conoce la hora de Su venida impulsan nuestros esfuerzos evangelísticos; que el Señor mismo descenderá del Cielo, los muertos en Cristo resucitarán, y los redimidos serán arrebatados para encontrarse con el Señor en el aire. – Mateo 24:36, 42, 44; 1 Tesalonicenses 4:16, 17

Creemos que es nuestro sagrado deber identificarnos con una congregación de creyentes con quienes podamos adorar a Dios, responder y observar las ordenanzas de Cristo, animarnos y apoyarnos mutuamente, trabajar por la salvación de otros y colaborar juntos para avanzar el propósito de Dios en la tierra. – Hechos 16:5; Hebreos 10:24

Creemos que todos comparecerán ante el tribunal de Cristo: los redimidos para ser entregados a la vida eterna y los impenitentes para la separación eterna del Padre. – Apocalipsis 20:11, 12; 2 Corintios 5:10

Creemos que la ganancia de almas es una prioridad en la Iglesia en la tierra y que todo obstáculo al evangelismo mundial debe ser eliminado. – Santiago 5:20; Marcos 16:15

Creemos que los diezmos y ofrendas son ordenados por Dios para sostener Su ministerio, difundir el Evangelio y liberar bendiciones personales. – Malaquias 3:10; 1 Corintios 16: 1, 2